Ha llegado el otoño y con el, el agua y humedad que hacen que esta sea una época perfecta para el desarrollo y recolección de setas.
Es muy común que hoy en día aprovechemos algún día libre o el fin de semana para hacernos una escapada en búsqueda de setas, pero hay que ser cuidadoso y estar informados de cuales son las setas que podemos consumir y como podemos ayudar a mantener la tierra para que vuelvan a crecer. Hay mucha información falsa también. Por eso os dejo un par de recomendaciones para aprovechar al máximo de ellas.
RECOMENDACIONES A LAS SOCIEDADES MICOLÓGICAS
– Fomentar conferencias, coloquios, estudios, reuniones, etc., con especialistas versados en Micotoxicología.
– Incidir en la presentación visual (exposiciones, diapositivas, etc.) junto con el estudio morfológico comparativo (hongos tóxicos y sus semejantes)
– Informar pormenorizadamente y de forma regular sobre todos los cuadros clínicos de intoxicaciones fúngicas habituales, así como sobre las «Intoxicaciones por acúmulo», debidas a la ingesta de setas (a veces clasificadas como comestibles) captadoras de metales pesados (Pb, Hg, etc.) y de sustancias cancerígenas, generalmente recogidas en lugares cercanos a carreteras, aeropuertos, zonas industriales de alta contaminación (refinerías, centrales nucleares, etc.), vertederos, sotos de ribera con inundaciones temporales, campos fumigados, etc.
– Desaconsejar el uso, difusión de estudios y canales de comercialización de los hongos psicotrópicos
– No colaborar en proyectos de divulgación masiva de conocimientos micológicos si no van acompañados de un programa conjunto de los riesgos tóxicos y/o el impacto ambiental que genera su recolección.
– Insertar en los programas de «Actividades Micológicas» de cada Sociedad un listado de recomendaciones básicas (especialmente en lo que atañe a la derogación de falsas normas) y hacer extremar las precauciones sanitarias y culinarias elementales (recogida, transporte en recipiente abierto, limpieza meticulosa, conservación y descongelación adecuadas, etc.)
– Valorar y contrastar con otras Sociedades la modificación sobre la normativa vigente de recogida de setas, ya que la actual implica la posibilidad de confusión con especies tóxicas, remarcando varios aspectos sujetos a posible revisión:
*Deben recogerse con navaja o cuchillo y cortar el pie exclusivamente de aquellas especies fácilmente reconocibles (p.e. níscalos)
*Pueden extraerse íntegramente: las de difícil reconocimiento (p.e. con volva), o determinadas especies cuyo pie constituye parte de su degustación (p.e. boletus) o por motivos de estudio
– Recalcar el riesgo provocado por setas comestibles (alergias cutáneas, digestivas y respiratorias), así como el derivado de su consumo excesivo y/o reiterado (no ingerir más de 200 gr/semana)
– Colaborar estrechamente con los Hospitales, Centros de Salud y cuantas Instituciones lo precisen, en el diagnóstico micotoxicológico
– Potenciar otros valores de la Micología (científicos, artísticos, etnológicos, filatélicos, etc.), que no sean los exclusivamente gastronómicos y, por tanto, potencialmente tóxicos
RECOMENDACIONES A LOS RECOLECTORES
– Abundar en el aserto de que «SÓLO Y EXCLUSIVAMENTE EL CONOCIMIENTO CERTERO MICOLÓGICO» puede prevenir las intoxicaciones. Ante la inseguridadd, duda o desconocimiento: abstenerse
– No consumir aquellas setas envejecidas (dejarlas en su lugar para que esporulen), inmaduras (riesto de confusión), o en mal estado (larvadas, contenidas en bolsas de plástico, etc.) ya que, aún siendo especies comestibles, pueden provocar intoxicaciones alimenticias por desnaturalización de sus principios
– No obligar a personas micófobas a ingerir hongos. En ocasiones aparecen auténticas «intoxicaciones psicológicas» en aquellos a los que la cortesía social les induce al consumo
– No creer ni hacer creer una serie de falsas normas establecidas como:
- Todas las setas que crecen en la madera son comestibles
- Son inocuas aquellas que devoran los animales
- Son comestibles las que poseen sabor u olor agradables
- Son tóxicas todas aquellas que poseen volva y anillo
- Sólo son comestibles aquellas que no cambian de color al cortarlas
- Son comestibles todas las especies que crecen en prados
- Pierden toxicidad mediante tratamientos culinarios (p.e. ebullición, salazón, maceración en vinagre, etc.)
- Son comestibles aquellas que producen «ennegrecimientos» en: ajos, objetos de plata, cebolla, migas de pan, etc.
– Extremar las precauciones en la elaboración de conservas caseras (peligro de botulismo)
RECOMENDACIONES A LOS ORGANISMOS OFICIALES (Ministerio de Sanidad y Consumo)
- Divulgar en folletos, circulares, programas radiofónicos o televisivos (especialmente en las fechas de mayor hábito recolector) las medidas básicas de prevención y primeros auxilios; desaconsejar expresamente el consumo y búsqueda indiscriminados sin poseer los mínimos conocimientos micológicos y remarcar sus peligros
- Vigilar estrechamente la venta de hongos (conservas, ejemplares frescos y desecados, etc.) en mercados y establecimientos, supervisando la correcta denominación y el estado de preservación
- Abrir un nuevo debate nacional, solicitando la opinión de expertos para actualizar el caduco (año 1967) Código Alimentario Español sobre este tema
- Editar folletos específicos (incluso para cada Comunidad Autónoma) de las intoxicaciones más frecuentes en su medio, así como incluir teléfonos de contacto cercanos
- Recomendar a los Colegios de Médicos, Farmacéuticos y Veterinarios que promocionen conferencias y coloquios sobre Micotoxicología
Ministerio de Educación y Ciencia
- Desarrollar Unidades Didácticas a todos los niveles escolares sobre el conocimiento de los hongos, abordando especialmente el peligro de intoxicación por los mismos
- Potenciar en las Facultades de Medicina, Farmacia y Veterinaria el estudio, diagnóstico, prevención y tratamiento de las intoxicaciones fúngicas en las asignaturas correspondientes, así como alentar tesis, tesinas y cursos de doctorados que versen sobre dicho tema.
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