Las brochetas nos gustan, son alegres en la mesa, dan ganas de dar un mordisco, pueden combinar muchos ingredientes con sabroso (y muy estético) resultado
Por si no fuese suficiente, podremos combinar algún hidrato de carbono (como en este caso, patatas, pero podría ser arroz) mezclado con verduritas. Al sacar el contenido de la brocheta y mezclar todo en el plato es mucho más fácil que los niños (y algún adulto reticente!) acepten las hortalizas que habremos intercalado, ya sea en la propia brocheta, como en la guarnición.
En esta receta combinaremos carne de ave y marisco en forma de pollo y langostinos, pero la receta admite las variantes que queráis: podéis escoger otra ave de carne blanca (como el pavo), o no blanca como las cordornices, pero también conejo. O variar el marisco: gambas o cigalas resultarán igualmente deliciosas
Por si no fuese suficiente, podremos combinar algún hidrato de carbono (como en este caso, patatas, pero podría ser arroz) mezclado con verduritas. Al sacar el contenido de la brocheta y mezclar todo en el plato es mucho más fácil que los niños (y algún adulto reticente!) acepten las hortalizas que habremos intercalado, ya sea en la propia brocheta, como en la guarnición.
En esta receta combinaremos carne de ave y marisco en forma de pollo y langostinos, pero la receta admite las variantes que queráis: podéis escoger otra ave de carne blanca (como el pavo), o no blanca como las cordornices, pero también conejo. O variar el marisco: gambas o cigalas resultarán igualmente deliciosas