Salsa holandesa

Aunque su origen no está del todo claro, los huevos Benedictinos son más tendencia que nunca desde que los Bruch se han puesto tan de moda. Todo buen plato de Benedict que se precie tiene que llevar un elemento fundamental, la salsa holandesa.

El sitio de "Di que SÍ a 3 lácteos al Día" incluye una receta muy sencilla de este aliño, en el que la mantequilla es la protagonista:

Ingredientes

200 g de mantequilla
4 yemas de huevo
Zumo de limón
Sal

PREPARACIÓN

  • Lo primero que hacemos es fundir la mantequilla. Lo haremos en un cazo y, a medida que se vaya produciendo espuma en la superficie, la iremos retirando. Cuando esté totalmente derretida, dejamos que temple.
  • En otro recipiente colocamos las yemas de huevo y comenzamos a batirlas. Cuando empiecen a montar, añadiremos poco a poco la mantequilla fundida. Es importante evitar echar el suero que queda en el fondo y verter únicamente la grasa de la mantequilla derretida (la mantequilla clarificada).
  • No dejaremos de batir hasta obtener una crema fina y delicada. Una vez conseguida, agregaremos el zumo de medio limón y una pizca de sal al gusto.
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